Los colchones son una parte muy importante de nuestra salud, pues en él descansamos y podemos recobrar nuestras energías. Aquí te mostramos cómo detectar problemas.
Durante el sueño, los bebés están expuestos a altos niveles de sustancias químicas emitidas por los colchones de sus cunas, según un nuevo estudio.
En un análisis de 20 colchones nuevos y viejos con relleno de espuma de poliuretano y poliéster, un equipo de ingenieros medioambientales de la Universidad de Texas en Austin descubrió que los colchones liberan cantidades significativas de compuestos orgánicos volátiles (COV), sustancias químicas potencialmente nocivas que también se encuentran en los productos de limpieza del hogar y de consumo.
Los problemas en los colchones de cuna
Se considera que los bebés son muy susceptibles a los efectos de estos contaminantes del aire interior.
“Quería saber más sobre las sustancias químicas que pueden inhalar mientras duermen durante sus primeras etapas de desarrollo”, dijo en un comunicado de prensa el autor del estudio, Brandon Boor, estudiante de posgrado del departamento de ingeniería civil, arquitectónica y ambiental de la escuela.
“Esta investigación también ayuda a concienciar sobre las diversas sustancias químicas que pueden encontrarse en los colchones de las cunas, que no suelen ser enumeradas por los fabricantes”.
Los investigadores identificaron más de 30 COV en los colchones y descubrieron que los colchones de cuna nuevos liberan unas cuatro veces más COV que los colchones viejos.
Según la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU., actualmente se sabe poco sobre los efectos en la salud de los COV encontrados en los hogares.
Entre los hallazgos, los niveles de COV eran significativamente más altos en la zona de respiración de un bebé dormido en comparación con el aire de la habitación, lo que significa que los bebés estaban expuestos al doble de niveles de COV en sus cunas que las personas que estaban en la misma habitación.
Además, los bebés inhalan un volumen de aire por peso corporal significativamente mayor que el de los adultos y duermen aproximadamente entre el 50 y el 60 por ciento del día, por lo que experimentan una exposición a la inhalación de COV 10 veces superior a la de los adultos que están expuestos a los mismos niveles.
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Los hallazgos en los colchones
“Nuestros hallazgos sugieren que la reutilización de una cuna más antigua o un periodo de ventilación prolongado pueden ayudar a reducir la exposición de los bebés a los COV”, afirmó la supervisora del estudio y profesora adjunta
Ying Xu. Sin embargo, los investigadores señalaron que los colchones más antiguos pueden contener otras sustancias químicas nocivas ahora prohibidas en las espumas de los colchones, como los retardantes de llama.
A la vista de los resultados de su investigación, los autores del estudio sostienen que una mejor comprensión del entorno de sueño de una persona puede ser beneficiosa para la salud de los bebés y los adultos por igual.
“Tenemos que entender mejor el complejo microambiente del sueño para mejorarlo y reducir los efectos nocivos de los contaminantes relacionados con él en los bebés”, dijo Richard Corsi, director del departamento de ingeniería civil, arquitectónica y ambiental.
Ahora que sabes los factores que pueden afectar a tu bebé, puedes comenzar a elegir los colchones de forma diferente para que cuides de su salud.